¿Cómo medimos nuestros resultados? Más sobre el PR y AD Value
¿Cómo medimos nuestros resultados? Más sobre el PR y AD Value
Encontrar un estándar para la medición de resultados en áreas predominantemente cualitativas ha sido objeto de debate por varios años. Entre los modelos propuestos se encuentra el Advertising Value Equivalent, que proporciona una solución a la homogenización de criterios para cuantificar los resultados en las relaciones públicas.
Durante años se ha discutido sobre cómo cuantificar los resultados de acciones predominantemente cualitativas. En las diferentes ramas de las ciencias sociales y humanas se ha buscado estandarizar los métodos para medir las acciones e impacto en la industria. El caso de los profesionales de las relaciones públicas no ha sido diferente.
Sin duda el ejercicio del relacionamiento público en las organizaciones es fundamental, pero su impacto no se evidencia directamente en las ventas o nuevos clientes. Más bien, al tratarse de una actividad que fortalece la reputación y prestigio de marca, es a largo plazo e indirecto. Por esto, crear un sistema general que permita tener métricas universales y cuantitativas ha sido complejo, pues la subjetividad y las valoraciones cualitativas ha hecho que sea más difícil identificar de manera precisa el retorno de la inversión realizada (ROI).
Después de entender las acciones y alcances del free press o publicity, herramienta utilizada por los relacionistas públicos donde difunden información organizacional noticiosa a diferentes medios de comunicación para su cubrimiento parcial o total (sin ser un espacio publicitario), se llegó al denominado Advertising Value Equivalent (AVE) o Valor Equivalente de Publicidad. Esto estableció un criterio para medir el espacio o tiempo que un medio de comunicación dedicó al contenido proporcionado y calcular el costo de este si fuese publicidad paga.
No obstante, esta equivalencia no desconoce las variables cualitativas que caracterizan las áreas de la comunicación. Por esto, acompañado con los costos derivados de la equivalencia publicitaria, se suele entregar al cliente un informe donde se analizan cualidades como: impacto (positivo, negativo, neutral), tono, prominencia, mensajes claves, credibilidad del medio, entre otras.
Cabe resaltar que este modelo ha sido aplicado por grandes agencias en el mundo, pero que también ha sido objeto de debate. Por ejemplo, en el año 2010 el International Association for Measurement and Evaluation Communication (AMEC) en la Cumbre de Barcelona, se buscó alejarse del AVE y creó siete principios conocidos los Principios de Barcelona o el Marco de Evaluación Integrado propuesto por la Asociación Internacional para la Medición y Evaluación de la Comunicación (AMEC) en 2016.
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